En este proyecto nos inspiramos en el estilo mediterráneo para el interiorismo de una sala de catas de vino que busca capturar la esencia de la región, transmitiendo su calidez, belleza y conexión con la naturaleza. En este espacio, cada detalle ha sido pensado para crear una atmósfera que potencie la experiencia sensorial de la degustación del vino. Los materiales orgánicos juegan un papel crucial en este concepto, con la terracota como protagonista principal. Este material, con su cálido color y textura rugosa, evoca la tradición mediterránea y ofrece una sensación de autenticidad que se refleja en el suelo y en algunos detalles decorativos. La terracota no solo enriquece el ambiente visualmente, sino que también aporta una sensación de confort, haciendo de este espacio un lugar acogedor y natural.

Uno de los elementos distintivos en el diseño de esta sala es la inclusión de un jardín vertical. Más allá de su valor estético, las plantas ofrecen una frescura y vitalidad que transforma el ambiente, además de mejorar la calidad del aire. El verdor que aporta el jardín complementa perfectamente los tonos cálidos de la terracota, creando una armonía que invita a la relajación y al disfrute. Esta incorporación no solo embellece el espacio, sino que también contribuye a la creación de un entorno saludable, esencial para una experiencia sensorial completa al degustar vinos.

La madera, en sus diferentes formas, también es esencial en la construcción de este espacio. Su calidez y elegancia se expresan en el mobiliario y en los detalles arquitectónicos, creando una atmósfera sofisticada y acogedora. Las superficies de madera aportan una textura suave que invita al tacto, mientras que los acabados rústicos de las paredes de yeso refuerzan la estética mediterránea, añadiendo un toque de tradición y sencillez que equilibra perfectamente el ambiente. Cada rincón de esta sala de catas ha sido cuidadosamente diseñado para que los materiales trabajen juntos en perfecta armonía, logrando un espacio visualmente atractivo y sensorialmente agradable.

En cuanto a la circulación y la funcionalidad del espacio, una de las principales intervenciones ha sido la eliminación de una escalera que dificultaba el flujo. En su lugar, se ha creado una pasarela que conecta los diferentes niveles de la sala, mejorando la accesibilidad y asegurando una circulación fluida entre las distintas áreas de cata. Este cambio no solo optimiza la funcionalidad, sino que también contribuye a la estética general del diseño, destacando las zonas de cata y manteniendo la coherencia con el estilo mediterráneo. La pasarela, con su diseño limpio y elegante, se integra perfectamente en el entorno, permitiendo un acceso cómodo y visualmente atractivo a todas las áreas del espacio.

La combinación de terracota, madera, jardines verticales y una circulación optimizada crea un entorno equilibrado y armonioso. Cada elemento ha sido elegido para ofrecer una experiencia vinícola completa, donde los sentidos se estimulan no solo a través del sabor del vino, sino también mediante la vista, el tacto y la respiración. Este diseño no solo respeta la tradición mediterránea, sino que también aporta una visión moderna y funcional, creando un espacio en el que disfrutar del vino se convierte en una experiencia placentera en todos los aspectos. La sala de catas se transforma en un refugio donde la estética y la funcionalidad se fusionan para proporcionar una experiencia única y envolvente, ideal para quienes buscan un lugar en el que el vino y el diseño se encuentren en perfecta armonía.